sábado, 10 de diciembre de 2016
EN EL P.S.O.E, DE REGENERACION DEMOCRATICA NADA DE NADA
EL DIGITAL
08/12/2016 .
La exconcejala socialista de Guadalajara Beatriz Talegón ha publicado este jueves en OK Diario un artículo demoledor contra la presidenta andaluza Susana Díaz, a la que ataca por todos los frentes utilizando la ironía desde el principio hasta el fin de la columna. Por su interés y actualidad ofrecemos íntegra la opinión de Talegón:
ELLA ES LA CLAVE
Es el momento en el que la evidencia está sobre la mesa. Ha quedado todo claro y cada día es más flagrante. Ahora que la política necesita una regeneración que se fundamente en la ética, en la búsqueda de la coherencia, del trabajo bien hecho y la valentía… Ahora que el pueblo busca liderazgos que le representen, que sepan lo que es trabajar, lo que es el respeto, el esfuerzo, el estudio, la formación, incluso los idiomas… Ahora que es necesario apoyar a políticos y políticas limpios, honestos, que vayan de frente y que no intriguen, que sean buenos compañeros, leales a los principios y valores, fieles a una manera justa de obrar…
Ahora, precisamente ahora, que alguien tiene que venir para conducir hacia el lugar ideológico coherente a los partidos políticos… Es ahora cuando perfiles como el de Susana Díaz se ponen en alza. Susana representa la ética, la importancia en democracia en el fondo y en las formas. Ella sabe lo que significa ganar unas elecciones, unas primarias, un Congreso. Su perfecta sonrisa al final de cada frase demuestra la naturalidad de su discurso, su frescura, su espontaneidad.
Compañera de sus compañeros, amiga de sus amigos, amada líder de sus fieles seguidores. Mediadora en los conflictos, calmante para el dolor del socialismo. Ella es quien vendrá para coser las roturas, para abrazar las tristes almas militantes que han quedado desamparadas ante tanta casualidad concatenada.
Ella, la líder política que todo español quisiera invitar a comer a casa, confiarle un secreto, entregarle el tesoro de la amistad sincera. Esa es Susana, la viva imagen de lo que el PSOE necesita en estos momentos: un discurso inspirador, rotundo, coherente, socialista. Un grito de modernidad en este valle de sombras. La fuerza que da la coherencia y valentía con la que siempre ha dado sus batallas ante los que abusaban del poder en el partido y en el gobierno. La que huye de las injusticias, de las puñaladas –políticas- y de las campañas de descrédito contra ningún compañero.
Quien alza la voz ante cualquier atropello. Quien no permitiría en ningún caso un abuso, un engaño, una mentira, una trampa en cualquier proceso. Con ella el PSOE caminará hacia la izquierda sensata, esa tan necesaria. La coherente, la justa y la valiente. La que mire a los ojos a la derecha y le diga “no”. La que proteja la sanidad pública, la educación pública, el empleo. La que cuide de lo verdaderamente importante, haciendo gala de su coherencia y demostrando, como siempre, que lo que realmente le importa es el interés general y del partido, no el suyo, como tristemente hacen otros que no saben tomar a Susana como ejemplo. Estando tan claro no entiendo por qué necesitan tanto tiempo para proclamarla lideresa en la calle Ferraz.
BEATRIZ TALEGÓN
OK Diario
miércoles, 7 de diciembre de 2016
LA CONSTITUCION NO DEBE CAMBIARSE
Reformar la Carta Magna no es fácil. Durante su redacción los ponentes constitucionales ya introdujeron la necesidad de lograr consensos políticos muy amplios, al imponer mayorías reforzadas para modificarla. El trámite en cualquier caso para reformar la Constitución está recogido en el título X, entre los artículos 167 y 169 y recoge dos tipos de procedimiento, uno sencillo y otro más complejo, dependiendo de qué materias se quieren modificar.
El primero requiere el apoyo de tres quintos de ambas Cámaras, 210 diputados y 159 senadores, y no exige obligatoriamente un referéndum para su aprobación, salvo que así lo solicite de forma expresa un 10% del Congreso o del Senado.
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La cuestión se torna más compleja cuando lo que se quiere cambiar afecta a los apartados medulares de la Carta Magna: las instituciones básicas del Estado, los derechos y libertades fundamentales o el modelo de monarquía parlamentaria, ahí entraría por ejemplo cualquier reforma que afectase al diseño territorial y el marco autonómico.
En este caso, se exige que la reforma sea solicitada por dos tercios de cada Cámara, 234 diputados y 177 senadores. A continuación se disolverían las Cortes y se convocarían elecciones. Las nuevas Cámaras surgidas de ese proceso electoral deberían ratificar y aprobar por esa mayoría de dos tercios el nuevo texto constitucional que obligatoriamente tendría que ser sometido a referéndum para su ratificación definitiva.
En definitiva, un procedimiento complejo que explica que en sus 38 años de vida la Constitución española sólo se haya modificado en dos ocasiones, y en ambas siempre que PP y PSOE estuvieron de acuerdo para hacerlo. La primera fue en 1992 para adaptar la Carta Magna al Tratado de Maastricht introduciendo el derecho de sufragio para que los ciudadanos extranjeros pudieran votar y ser elegidos en las elecciones municipales. La segunda, y por el momento última reforma constitucional, tuvo lugar en 2011 cuando ambos partidos pactaron la reforma del artículo 135 para anteponer el pago de la deuda al gasto público.
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