viernes, 22 de septiembre de 2017

TAMBIEN RUSIA INTERVIENE EN CATALUÑA

La maquinaria de difusión de noticias falsas que Rusia ha empleado para debilitar a Estados Unidos y la Unión Europea se ha puesto a funcionar a pleno rendimiento en Cataluña, según un pormenorizado análisis de webs prorrusas y perfiles de redes sociales efectuado por este diario con avanzadas herramientas analíticas. Tras campañas encubiertas a favor del Brexit, Marine Le Pen y la ultraderecha alemana, el Kremlin ha visto en el independentismo catalán otra oportunidad para ahondar las fracturas europeas y consolidar su influencia internacional. Se vale de páginas web que publican bulos, activistas como Julian Assange y una legión de bots, millones de perfiles automatizados en las redes sociales que son capaces de convertir una mentira en una tendencia compartida millones de veces. No es una coincidencia que RT, un medio financiado por el Gobierno ruso que funciona como órgano de propaganda a favor del Kremlin, esté empleando su portal en español para difundir noticias sobre la crisis catalana con un sesgo contrario a la legalidad constitucional. Desde el 28 de agosto ha publicado 42 noticias sobre la crisis en Cataluña, algunas con titulares incorrectos como “La UE respetará la independencia de Cataluña, pero tendrá que pasar un proceso de adhesión”. Habitualmente, RT publica informaciones y análisis que transmiten el punto de vista del Gobierno ruso sobre la guerra en Siria, las provocaciones de Corea del Norte o la presidencia de Donald Trump. Además, suele hacerse eco de los mensajes de activistas como Assange que coinciden con los intereses de Moscú. © Proporcionado por Prisa Noticias Noticia incorrecta publicada por RT. El 12 de septiembre, RT publicó una noticia en la que se hacía eco de un tuit de Assange en el que pronosticaba “el nacimiento de Cataluña como país o una guerra civil”, y que, según las herramientas analíticas que emplea este diario, compartieron 1.700 personas en Facebook y Twitter. Assange se ha convertido, de hecho, en el principal agitador internacional de la crisis catalana, diseminando opiniones y medias verdades como si fueran noticias. Según datos de Audiense, una plataforma de análisis social, solo en septiembre Assange ha obtenido casi 940.000 menciones en Twitter, la inmensa mayoría con hashtags sobre la independencia: Catalonia, 1oct, Catalonianreferendum, 1o, Rajoy. Un ejército de robots En una semana en que la justicia y el Gobierno han desarmado la logística del referéndum ilegal, el tuit con mayor influencia en el mundo sobre el asunto, según la herramienta de medición NewsWhip, fue una publicación de Julian Assange del 15 de septiembre a las 18.46: “Pido a todo el mundo que apoye el derecho de Cataluña a la autodeterminación. A España no se le puede permitir que normalice actos represivos para impedir que se vote”. El mensaje, en inglés, obtuvo en total 12.023 retuits y 16.016 me gusta. Habitualmente en esa red social los mensajes se suelen viralizar de forma sostenida a lo largo de varios días, porque el acto de compartir un mensaje depende de la decisión de los seguidores, repartidos por varios países. En el caso de ese tuit de Assange, como muchos otros del mismo autor, logró más de 2.000 retuits en una hora y alcanzó su punto máximo, 12.000 retuits, en menos de una jornada. Que un mensaje se viralice de forma tan rápida, casi vertiginosa, obedece a la intervención de bots o perfiles falsos programados simplemente para dar eco de forma automática a mensajes determinados. Un análisis pormenorizado de una muestra de 5.000 seguidores de Assange en Twitter, facilitada por TwitterAudit, revela que un 59% de estos son perfiles falsos. Esta semana, a la causa de Assange se unió Edward Snowden, exanalista de inteligencia norteamericano, prófugo en su país y asilado en Rusia. Washington da por seguro que Snowden, que participa en videoconferencias sobre seguridad informática y espionaje electrónico, colabora de forma habitual con los servicios secretos rusos. El 21 de septiembre, a las 17.05, dijo en Twitter: “La represión de España sobre las afirmaciones incómodas, la política y las manifestaciones en Cataluña son una violación de los derechos humanos”. En menos de 24 horas obtuvo casi 8.000 retuits y otros 8.000 me gusta. Uno de los tuits de Assange con mayor repercusión en los pasados siete días (2.200 retuits y 2.000 me gusta) incluye un pantallazo y un enlace a un artículo de un firme aliado de la perspectiva rusa en EE UU: Justin Raimondo, director del sitio web AntiWar y activista antiglobalización que ha apoyado a Trump. El artículo se titula “Cataluña: ¿Una plaza de Tiananmen española?” y compara las protestas en Barcelona con las que el régimen chino reprimió en 1989, con centenares, si no miles, de muertos. “A lo que Occidente se enfrenta es a la posibilidad de un incidente similar al de la plaza de Tiananmen en su corazón, un acto de violencia que, en lugar de reafirmar la legitimidad de las autoridades de Madrid, las deslegitimaría con rapidez a los ojos no solo de sus ciudadanos sino del mundo entero. Cataluña se convertiría en la reencarnación del hombre frente al tanque y las autoridades de Madrid, los déspotas de Pekín”. Precisamente fue Assange quien el 9 de septiembre usó la célebre imagen de las protestas en China en 1989, con un hombre solo frente a una fila de tanques en plena calle, con el lema: “España, esto no funcionará en Cataluña”. Assange tuiteó y retuiteó el artículo de Raimondo en cuatro ocasiones, logrando 4.078 retuits de forma casi inmediata. Barcelona y Tiananmen En los pasados días, perfiles anónimos de Twitter con miles de seguidores que suelen dedicarse a promover propaganda rusa emplearon esa misma comparación entre Barcelona y Tiananmen. Lo hicieron por ejemplo @Ian56789, con 30.300 seguidores, o @UncleRuthless, con 5.179, ambos sospechosos de ser bots porque sus mensajes en redes suelen ser titulares y enlaces a noticias de medios públicos o privados rusos como RT o Sputnik. También difundieron la comparación entre Barcelona y Tiananmen académicos europeos en la órbita rusa como Richard Wellings (@RichardWellings, 16.100 seguidores), comentarista habitual en RT y Sputnik. Wellings trabaja para un think tank afincado en Londres de nombre Institute of Economic Affairs, que ha publicado artículos como “No hay pruebas de que Trump haya conspirado con Rusia”. Tradicionalmente, Wellings ha sido muy crítico en los medios con las sanciones impuestas a Rusia por su intervención en Ucrania y ha defendido en diversas conferencias, de fácil acceso en YouTube, que Occidente entra en una época de decadencia. Wellings retuiteó el mensaje de Assange y posteriormente compartió un artículo con el titular: “La magnitud de la represión en Cataluña deja al descubierto la crisis del Estado español”. © Proporcionado por Prisa Noticias Análisis de hastags de Hamilton 68. La prueba definitiva de que el interés de quienes movilizan al ejército de bots prorrusos se ha centrado en el pulso independentista en España es que entre sus menciones habituales en redes (Siria, Rusia, Ucrania, Trump, Hillary Clinton, ISIS) ha entrado desde hace unos días Cataluña. Así lo refleja la herramienta Hamilton 68 de la Alianza para Asegurar la Democracia, un proyecto nacido en el seno del German Marshall Fund después de que la proliferación de noticias falsas en las elecciones norteamericanas de 2016 le permitiera a Donald Trump ganar las elecciones. Esa herramienta analiza de forma permanente 600 cuentas, automatizadas o no, en la órbita del Kremlin. En las 48 horas entre el miércoles y el viernes, uno de los hashtags más empleados por esos perfiles prorrusos era #Catalonia, tras otros como #HerpesHillary o #Trump. Según esa misma herramienta, uno de los medios más difundidos por las redes prorrusas es precisamente AntiWar, donde se alojó el artículo de opinión que comparaba Barcelona y Tiananmen. Otros contenidos ampliamente compartidos por esas mismas redes son “Los judíos provocan las guerras de América” o “Hillary Clinton es como un herpes”. Los ejércitos digitales del Kremlin operan con el mismo patrón: viralizan mensajes y noticias exageradas o falsas para exacerbar una crisis y fomentar división en EE UU o Europa, algo que acaba beneficiando la posición de Moscú. Para ello esas guerrillas se valen de sitios web con apariencia de diarios serios que son los que crean o alojan esas noticias que luego se comparten. Uno de los más populares es DisobedientMedia.com, que se presenta bajo la apariencia de un sitio web de periodismo de investigación, pero que se ha dedicado a promover todo tipo de falsas teorías conspirativas como la que relacionaba a Hillary Clinton con una red de pederastia. Según ha revelado el think tank Atlantic Council, los empleados de ese supuesto diario han difundido también noticias falsas en la campaña alemana, como que Angela Merkel permitió la entrada de yihadistas del ISIS en Europa para lograr mayor poder militar. Ahora ese mismo medio y esos mismos empleados se han lanzado a difundir información sobre la crisis catalana, muchas veces interactuando con el propio Assange. El 15 de septiembre publicaron una noticia en la que hacían afirmaciones falsas como que la anulación del referéndum ha puesto en duda la permanencia de España en la UE, que el Gobierno español ha restringido la libertad de prensa o que Amnistía Internacional ha condenado que no se pueda celebrar la votación ilegal sobre la independencia. La noticia acaba con una foto de Francisco Franco a caballo y su autora hace referencia a “la perdurable influencia del dictador fascista Francisco Franco en la política española”. Esa misma autora, Elizabeth Lea Vos (@ElizabethleaVos) compartía su información en Twitter hace siete días con mensajes como “¿Dónde está la respuesta de la UE al autoritarismo español?”. Hay otros ejemplos de webs prorrusas que han comenzado a difundir noticias falsas para luego distribuirlas en redes sociales. Por ejemplo, Russia News Now, un portal con apariencia de diario, publicó el jueves una información con el titular: “UE: Cataluña puede, Crimea no”. En ella, bajo una foto del Parlamento europeo, se daba a entender que la Unión Europea ha dado luz verde a la separación de Cataluña de España, aunque se opusiera a que Crimea rompiera con Ucrania. De hecho, el texto afirma: “Los habitantes de Cataluña tienen derecho a decidir sobre su futuro de forma democrática, según un comunicado de los diputados del Parlamento europeo”. En realidad se trata de una nota de prensa del grupo Izquierda Unida Europea (52 escaños de 761) que únicamente critica las medidas policiales del Gobierno contra el referéndum ilegal. De esa noticia, con texto y titular idéntico, se hicieron también eco sitios web que suelen funcionar como correas de transmisión de los mensajes oficialistas del Kremlin, como Fort Russ o Front News International.  La versión oficial: “Es un asunto interno” Oficialmente, el Kremlin mantiene que la crisis del independentismo catalán solo es competencia de España. Así se pronunció ayer en Moscú el portavoz del Gobierno ruso, Dmitri Peskov, ante las preguntas de la prensa, informa Efe. “Esto es un asunto interno de España, y no consideramos posible involucrarnos en ello de ninguna forma”, dijo. En junio, tras reunirse con su homólogo español, Alfonso Dastis, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo que “existe una legislación nacional y existen unos compromisos internacionales”. “Nosotros asumimos que los procesos internos de España deben basarse en estos principios”, respondió a una pregunta sobre el asunto. Tradicionalmente, el Kremlin ha evitado cualquier pronunciamiento polémico en este tipo de crisis, aunque paralelamente trabaje a favor de sus intereses de forma discreta. En los pasados meses ha promovido la ruptura de Reino Unido con la Unión Europea, la campaña ultranacionalista de Marine Le Pen en Francia y el avance del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania, que en las elecciones del próximo domingo podría entrar por primera vez en el Parlamento de su país. MÁS EN MSN: El Govern disuelve la 'junta electoral' del 1-O Los policías movilizados para el 1-O cobrarán entre 40 y 110 euros

lunes, 11 de septiembre de 2017

DIADA DE CATALUÑA O POPURRI POPURRI.ESTUVO HASTA EL DEMOCRATA DE OTEGUI

Donde se ven más banderas curiosas es en la zona de invitados del acto de plaza de Catalunya. Es una alegre ensalada de pueblos oprimidos y causas más o menos perdidas, que en la fiesta del independentismo se sienten en su casa. De Quebec a Galicia y por supuesto el Tibet. Aquí todo eso es mainstream, no marginal. La paradoja de la manifestación masiva de ayer es que era una celebración de lo políticamente correcto en Cataluña, pero con un aura de transgresión y victimismo que atrae como un imán a todo tipo de rebeldes. Julian Assange lo ha consagrado con su “Pancho Sánchez”. Y todo de forma muy familiar, algo sociológicamente anómalo, donde aparentemente los padres piensan igual que los hijos, porque ser independiente también es tendencia juvenil. La bandera mola, los adolescentes se la ponen en los selfis. “Yo también soy fluorescente”, se leía en camisetas amarillo fosforito, el color oficial de la movilización. De eso va la cosa, de sentir un brillo especial, algo sentimental en el aire que hace abrazarse a las familias y hacerse carantoñas a los novios. Ya ha salido una nueva bandera que reinterpreta una negra del siglo XIV A eso de las 16.20 en la megafonía de plaza de Catalunya se oyó la voz de Arnaldo Otegi, que muy fluorescente no es, pero basta arrimarse aquí para participar del fulgor. En una entrevista radiofónica llamaba a “recuperar la dignidad”. Pregunta el periodista: ¿Esto se puede frenar? “Yo creo que no”, respondió. Entre las ikurriñas destacaba, por el calor que estaban pasando en el bochorno, un grupo de Vitoria, Judimendiko Momotxorroak, disfrazado con pieles de oveja, cuernos y cencerros gigantes, el traje tradicional de carnaval en Navarra. Flandes y el esperanto Pasaba una fila de extranjeros con banderas amarillas y un león negro y la gente aplaudía para luego preguntarles quiénes eran. “Somos de Flandes, allí tenemos una situación parecida”, dice Jeroen, 38 años, de Antwerp. “Sería Bélgica”, explica a una señora qué no sabe bien dónde es. Lo mismo argumenta Guillem Nicolás, 55 años, que sostiene una bandera de Montenegro que le trajo su hermana, que fue allí de vacaciones. “Allí estaban igual que nosotros: pero tuvieron referéndum”. Tiene otra rara, verde: “Es la del esperanto”. Sergi, 20 años, enarbola una de la Serenísima República de Venecia. Lo mismo: “Están en la misma situación que nosotros”. Hamadi, un adolescente saharaui, que estudia aquí desde hace dos años, lleva la bandera de su pueblo. Lo mismo: “Porque Cataluña está como nosotros”. También se veían pancartas antitaurinas, porque el toro bravo y otros animales están como Cataluña, fatal. “Ellos tampoco tienen derecho a decidir”, clamaba un cartel. Al margen de un anciano de aspecto venerable que cerca de la plaza de Catalunya advertía de la inminencia del Anticristo y su derrota (Mateo 24.14, decía), el encuentro más inesperado fue con una bandera de la URSS. La llevaban dos chicos, que al preguntarles qué significaba se pusieron tensos: “Si has leído el Manifiesto Comunista no sé a qué viene la pregunta. No es por el país, es la idea”. “Es la bandera de todos los pueblos a favor de la autodeterminación de los pueblos”, explicaba su compañero. Invita a leer a Lenin para saber más, salvo que uno sea marxista, que entonces no. Por Tartesos hacia la independencia Entre las banderas llamativas que salpicaban ayer la multitud en la plaza de Catalunya, frente al escenario, donde tenían sitio reservado los invitados, ondeaba una muy extraña. Dos franjas verdes y una blanca, con una especie de rueda en medio, parecería la de India. Al preguntar al señor que la sostiene si habla español responde: “Perfectamente: soy español”. Ah. Es del Partido Nacionalista Andaluz, se llama Salvador García, 60 años, pertenece a la comisión de garantías del partido y explica que es la bandera andaluza con el símbolo de la estrella tartésica, un pictograma que eligió como emblema el califato de Córdoba cuando se independizó del de Damasco, y así hasta hoy. Se emociona al hablar de Tartesos, la primera civilización ibérica, nada menos. ¿Ustedes quieren la independencia de Andalucía? “Por supuesto”. Y la de Cataluña, claro. “Claro, por eso estamos aquí”. Es el segundo año que vienen, invitados por la ANC. ¿Cuántos han venido? Se lo piensa y hace números: “Mmmm… cuatro”.

jueves, 7 de septiembre de 2017

GOLPE A LA DEMOCRACIA EN CATALUÑA

El debate del Parlament que lanzó la ley del referéndum secesionista supone el cénit de radicalidad y tensión en el desafío contra la democracia española y contra la legalidad y las instituciones catalanas de autogobierno que el procés soberanista abrió hace un lustro. Pero el tiempo acerca enormemente ese mismo proceso a su naufragio. Desprovisto el bloque secesionista de alianzas; expulsados los moderados y legalistas del nacionalismo de sus partidos; purgados los prudentes del Govern; fragmentada la sociedad catalana, y recorrida una esotérica hoja de ruta que ha llevado a la descomposición política y a la anomia gubernativa, solo faltaba el broche para iniciar el capítulo final de esta descabellada aventura. El espectáculo que dio este miércoles la exigua mayoría fue el reverso del respeto a la legalidad que prometía Un broche final que fue el espejo cóncavo de un movimiento social cuyos inicios habían perseguido ser amables, próximos, cívicos y pacíficos, como un 15-M del soberanismo. El espectáculo ofrecido este miércoles por la (exigua) mayoría parlamentaria independentista (representativa de una minoría de votos populares) y por la presidenta de la institución, Carme Forcadell, no solo es que fuera atropellado, vergonzoso y atrabiliario en su intento de aplastar a la oposición, a los millones de votantes que esta representa, y por tanto al Estado de derecho y al sistema democrático en su conjunto. Es que supuso el reverso de la pulcritud, el respeto a la legalidad y la transparencia que prometía. El primer gran acto de la ruptura fue, sí, parlamentario. Pero turbulento, como corresponde a un movimiento que pretende destruir lo construido conjuntamente durante cuatro décadas de democracia española; autonomía catalana; gran contribución de los catalanes al quehacer colectivo y balsámica pertenencia a Europa. El separatismo intentó acallar a la minoría abusando ilegalmente del reglamento y la presidencia El intento de someter a los diputados de la oposición y partir en dos a la Cámara (y, por tanto, romper también en dos frentes a la entera Cataluña) provocó una dignísima respuesta de las minorías. Y evidenció los malos y abruptos modos, excluyentes, autoritarios y de escasa urbanidad que la mayoría, el grueso de la Mesa y la presidencia dispensaron a aquellos en quienes confiaron más de la mitad de los electores. El procedimiento simplificado, opaco, exprés, carente de garantías, huérfano de control de constitucionalidad y de plazos suficientes para las enmiendas y el debate quedó a la vista de todos: como muestra de que se pretende el hercúleo desastre de romper la convivencia y la legalidad mediante una ley casi clandestina, desprovista de toda credibilidad parlamentaria y de todo estándar democrático. Algunos de los diputados más despiertos del bloque secesionista se percataron de que el planteamiento sectario de esta ley, y los modos a la par serviles y autoritarios de la presidencia, hacían peligrar su proyecto ante la ciudadanía que siguió el debate. Y por supuesto ante la escena internacional. Con pesar —sin duda compartido por muchos—, hay que lamentar el desprestigio al que ha sometido a una institución que había sido avanzadilla en muchos progresos sociales, del testamento vital a la lucha contra la pobreza. No es excepcional en la historia parlamentaria universal el caso de una Cámara que se automutila (en ocasiones hasta el suicidio), entregando sus poderes a Ejecutivos dislocados, líderes peligrosos o proyectos descabellados. El veto de la Mesa a la solicitud de un dictamen de constitucionalidad al Consell de Garanties Estatutàries supone un inaceptable recorte de los derechos de los representantes democráticos y un atentado contra la propia normativa estatutaria, como certificó también un breve pero solemne acuerdo del propio organismo: la respuesta de la Mesa de que la mayoría de escaños prevalece sobre todo lo demás (como los organismos para su control) concita fantasmas dictatoriales. Aquellos que reducen primero la soberanía popular en hegemonía de la Cámara y acaban jibarizándola a su mayoría circunstancial. Así que ese veto entraña también una dramática autolesión de la Cámara y un consecuente perjuicio a su credibilidad. A partir de ahora, su normativa sin filtros de calidad y sin coherencia con la imprescindible jerarquía normativa, coexistirá con la legislación correcta, y bien se sabe que la moneda falsa acaba expulsando del mercado a la auténtica. Pierde ante todo Cataluña y todos los catalanes. El plan secesionista ya ha fragmentado a la sociedad catalana, pero su propósito inmediato va más allá: quebrar la complicidad y la solidaridad de los españoles y del Estado plural y descentralizado del que se han dotado. El recurso del Gobierno a restituir la legalidad desde la justicia apelando al Tribunal Constitucional es adecuado y proporcionado. Y es especialmente loable que los grandes partidos de la oposición, que mantienen con él enormes diferencias de toda suerte, apoyen sin paliativos esta actuación. Sin retornar a los cauces de la legalidad común, la cuestión catalana se alejaría de soluciones factibles, constructivas, que eviten la división y quién sabe si mucha frustración y dolor.

sábado, 2 de septiembre de 2017

COLOMBIA. DESPUES DE LA TEMPESTAD VUELVE LA CALMA

Internacional La guerrilla colombiana de las FARC se convierte en partido político: “Queremos ser gobierno” República/Efe | Madrid | 02/09/2017 Su candidato presidencial se enfrentará al jefe negociador del Gobierno para sustituir a Santos en el trono de Nariño Ha nacido la Fuerza Alternativa Revolucionara del Común, el partido político alumbrado por las FARC, después de más de medio siglo de lucha entre la guerrilla y las tropas colombianas, que ha dejado un trágico saldo de ocho millones de víctimas. Su primer examen serán las elecciones generales de 2018 y, aunque en un principio lo habían descartado, ahora lo tienen claro: quieren ser gobierno. “Queremos ser gobierno”, ha confesado Luciano Marín Arango, conocido en el campo de batalla como ‘Iván Márquez’, el número dos de las FARC, al término de un congreso de una semana que iniciaron como guerrilla y han concluido como partido político en Bogotá, a la vista de quienes durante décadas han sido sus enemigos mortales. Aunque con las mismas siglas –algo no poco polémico–, la naturaleza de las FARC ha cambiado para siempre. El objetivo es idéntico al que se fijaron en 1964, cuando la guerrilla surgió en un contexto de gran violencia dentro y fuera de la política. Los medios, sin embargo, son otros. Han abandonado los fusiles para tomar la palabra como única arma. “No queremos una sola gota más de sangre por razones políticas, que ninguna madre vuelva a derramar lágrimas por su hijo o hija violentados”, ha dicho el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, ‘Timochenko’. “Por ello, no vacilamos en extender nuestras manos en señal de perdón y reconciliación. Queremos una Colombia sin odios”, ha añadido. La presentación de las nuevas FARC se hizo a última hora del viernes en una rueda de prensa ofrecido por la plana mayor de la ya extinta guerrilla. Sentados a una mesa vestida con mantel blanco y rosa roja en mano –el logotipo del partido– tomaron el micrófono uno a uno para aclarar a los periodistas qué nombre usarán a partir de ahora. Para ellos, según explicó Marín Arango –uno de los que ha decidido dejar atrás el alias guerrillero– fue un momento emotivo, no solo por la catarsis de las FARC, sino porque la cita de Bogotá permitió congregar a compañeros de filas que durante años no habían tenido contacto alguno y que incluso creían muertos. El gran ausente fue ‘Timochenko’, debido a los problemas de salud que ha sufrido en los últimos años en el marco de las negociaciones de paz en La Habana y que se han acentuado en la recta final con un ictus. El líder de las FARC decidió guardar fuerzas para la puesta de largo del nuevo partido ante el pueblo colombiano. El broche al largo proceso que se inició en 2012 en la capital cubana fue un concierto en la emblemática Plaza Bolívar de Bogotá, donde se encuentran el Congreso y la sede de otras importantes instituciones, al que asistieron miles de personas. “Emocionado de ver la plaza llena (…) Gracias por tan bella acogida”, dijo ‘Timochenko’. Objetivo: La casa de Nariño El congreso de las FARC ha servido para que acuerden cuál será su papel en las elecciones presidenciales y legislativas de 2018. Así, aunque dijeron que no concurrirían a las presidenciales, por considerar que era una meta demasiado ambiciosa para su primera cita con las urnas, Marín Arango anunció que aspirarán a todos los cargos. “Hemos ingresado a la vida política legal porque queremos ser gobierno o hacer parte de él”, dijo y matizó que su intención es fundar un “gobierno de transición para la reconciliación y la paz, bajo el entendido de que puede concebirse desde una gran coalición democrática de amplia convergencia construida a partir de lineamientos compartidos”. Marín Arango no precisó con quién intentarán aliarse para ocupar la Jefatura del Estado, si bien, en lo relativo a las listas a la Cámara de Representantes y al Senado, subrayó que, además de antiguos combatientes, habrá activistas y líderes sociales que simpaticen con el poso ideológico de las FARC. Los nombres de los candidatos ‘farcianos’ serán elegidos por la dirección del partido, integrada por 111 personas. “Se mencionaron nombres”, ha revelado Jorge Torres, otrora ‘Pablo Catatumbo’. Son precandidatos él mismo, ‘Iván Márquez’, ‘Carlos Antonio Lozada’ y “una larga lista más”. “Eso, por ahora, no está definido”, recalcó. Un reciente sondeo de opinión elaborado por la empresa demoscópica Gallup afirma que las FARC superan en popularidad a los partidos tradicionales de Colombia. Suman un 12 por ciento de las preferencias, mientras que el conjunto de formaciones políticas tiene un diez por ciento. Las FARC en realidad solo tendrán que preocuparse de la carrera por la Casa de Nariño, donde se da la paradoja de que el candidato de la antigua guerrilla se enfrentará a Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno en el proceso de paz y favorito para sustituir a Juan Manuel Santos en el cargo. Y ello porque el acuerdo de paz garantiza a las FARC una representación mínima de cinco senadores y cinco diputados durante los próximos dos períodos electorales. “Solo se asignarán los que falten para completar cinco escaños, de tal manera que cuando la lista obtenga cinco o más no se les asignará ninguno adicional”, apunta el Alto Comisionado. Estos diputados y senadores sustituirán a los seis portavoces –tres en el Senado y tres en la Cámara de Representantes– con los que cuentan actualmente las FARC en el Congreso para participar “exclusivamente” en los trámites relacionados con el acuerdo de paz. Largo recorrido Las FARC han llegado a este punto tras cuatro años de intensas discusiones en La Habana y otros dos previos de “contactos informales” que culminaron el pasado 24 de noviembre con un acuerdo de paz de casi 300 páginas que ofrece a Colombia la mejor oportunidad de su historia para silenciar las armas. No han sido pocos los obstáculos, entre ellos el referéndum del 2 de octubre de 2016 en el que los colombianos rechazaron los textos de La Habana y que hizo temer una reanudación de la guerra. Han tenido que cumplir dos requisitos esenciales para poder irrumpir el política: la desmovilización y el desarme. La desmovilización comenzó en febrero y se completó en marzo. Los cerca de 8.000 guerrilleros de las FARC abandonaron sus escondites en la selva colombiana para concentrarse en la treintena de zonas veredales acordadas entre las partes bajo la supervisión de Naciones Unidas. A ello siguió un proceso de desarme, entre mayo y agosto, en el que la ONU –mediador entre las partes– ha recogido un total de 7.132 armas individuales y se dispone ahora a extraer el arsenal bélico que las FARC escondían en 957 zulos con el plazo límite del 15 de septiembre. Queda el reto de garantizar que el grueso de los ex guerrilleros, aquellos que no quedarán integrados en el partido político, se reincorpora a la vida civil. Para ello, las partes han iniciado un censo que permita conocer “la condición educativa de cada uno”, según explicó el ministro para el Postconflicto, Rafael Pardo, en una entrevista a Europa Press. “Estamos dejando atrás una época histórica. Vamos para delante”, han proclamado las FARC. “Nuestro primer paso es presentar a Colombia nuestro partido, nuestra propuesta de acción política. Hoy somos un partido que nace. En un mañana no lejano seremos millones y millones en una nueva Colombia”, ha confiado ‘Timochenko’.