¿Cómo se gestó la caza de Bin Laden?

La caza y captura del personaje más buscado de los últimos tiempos, se comenzó a gestar el pasado mes de julio cuando los paquistaníes que trabajaban para la CIA, dieron con la persona de mayor confianza de Osama Bin Laden cerca de Peshawar (Pakistán). Durante un mes las fuerzas especiales estadounidenses se concentraron en la zona y la rodearon con un operativo de seguridad, y no fue hasta ocho meses después cuando los comandos se decidieron a intervenir en una misión nocturna con cuatro helicópeteros. Según la Administración de Obama el operativo se entrenó desde principios del mes de abril en una réplica exacta del complejo residencial donde estaba oculto el líder terrorista en Abbotabad.
En la operativa de la misión, Bin Laden fue abatido en su casa situada a unos 60 kilómetros al norte de Islamabad por un equipo de SEAL -las siglas por las que se conoce a los grupos de operaciones especiales de la Armada- trasladado directamente desde Afganistán. El grupo partió a bordo de helicópteros MH-60 desde la base aérea de Ghazi, enPakistán, hacia el complejo residencial donde se produjo un tiroteo de unos 40 minutos.
Según el diario ‘National Journal’, 22 personas fueron detenidas o abatidas. Uno de los fallecidos fue el propio Bin Laden, quien presentaba dos heridas de bala en la parte izquierda de su cara.
Según ‘The New York Times’, el enemigo número uno de Estados Unidos, fue colocado en un helicóptero para su entierro en el mar, y así no ser visto como un mártir.
Debido a la importancia de la operación, las fuerzas especiales se entrenaron de una forma específica. Por este motivo, practicaron sus movimientos en una réplica del complejo de Abbotabad, que tiene una extensión de en torno a media hectárea. Los entrenamientos comenzaron a principios del mes de abril. El DevGru forma parte del Mando de Operaciones Especiales Conjuntas, que agrupa distintas tareas y misiones especiales encuadradas habitualmente bajo el nivel de información clasificada.
Esta redada fue la culminación de años de arduo trabajo por parte de la CIA, en la que se incluyen interrogatorios de los detenidos en prisiones secretas en Europa del Este. La CIA se concentró en llamadas telefónicas y en correos electrónicos de una familia árabe del Golfo Pérsico y estudió minuciosamente las imágenes de satélite del recinto de Abbottabad para determinar exactamente el “patrón de vida” que pudiese decidir si la operación merecía la pena o no.
Según explica ‘The New York Times’, los funcionarios de la Administración del presidente Obama estaban divididos sobre si se debía iniciar la operación o esperar y, por tanto, seguir vigilando sus movimientos hasta que fuera más seguro intervenir. Al final, fue el propio presidente Obama quien optó por por enviar a los comandos. Una opción que según refleja el diario estadounidense ha merecido la pena.
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